La obra se trató de “el darse
cuenta”, el darse cuenta de cuando hacemos el “loco” pero no de pastillas ni de litio, si no del
loco vergonzoso. Ese que dice frases
como “my feelings are intact” mientras el personaje principal que está en frente baila
y ríe en su tumba preguntándose y comentando al mismo tiempo…” ¿en qué momento
este error pensó siquiera en tener una mínima posibilidad?” “ ¿O es que acaso vivimos en realidades
distintas?” Y nunca se habló de dignidad
ni de nada por el estilo…eso nunca existió. Se habló de “él darse cuenta” el de asumir, el de ver con claridad incluso
lo que está bajo el agua. El dejar de auto convencerse y ver rollos de películas
inexistentes en la cabeza, como una sonrisa o hasta la más insignificante
palabra que le daba esperanzas. El no reconocer
que ni aunque naciera de nuevo existiría esa esperanza que busca. Mientras
todos los actores a su alrededor lo ven, el personaje secundario no. El actor
principal confesó que ha sentido lástima, en otras ocasiones asco y pena, pero
no niega que en muchas oportunidades rió junto al pueblo. La obra concluyó cuando el actor principal nos
relató “su reflejo en el espejo es el que me aleja, el que no me gusta y eso
jamás cambiará” Y el que hacía el loco
había estado con audífonos y con los ojos vendados todo el tiempo, hizo el
papel de “ahueonao” no quiso darse cuenta, fue personaje secundario y así como
todos los que no ven bajo el agua, fue olvidado, despedido y dejó de aparecer
en las siguientes obras.
Qué obra más verídica!!!
ResponderEliminardicen que la realidad supera la ficción...
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